La Oratoria es una de las herramientas más completas para lograr un puesto en una entrevista de trabajo. Las oportunidades se multiplican si usas correctamente los recursos que el Buen hablar, pone en tus manos:
- La presentación personal es muy importante. Escoge un atuendo que te haga sentir cómodo y sea acorde a la ocasión. Generalmente decídete por colores claros en la parte superior y oscuros en la parte inferior, sin embargo, evalúa aspectos como tu color de piel, tu estatura y la época del año para elegir tu indumentaria. El aseo, tanto de tus prendas como de ti mismo, son muy importantes.
- Evalúa si tu entrevistador es visual, quinestésico o auditivo. Si te hace un “escaneo” constantemente, hace referencia a colores, formas y figuras, lo más seguro es que sea visual. Hacer muchos sonidos, el uso de frases como “escucha, oye” son indicios de que es una persona auditiva. Si es quinestésica preferirá hablar de texturas, olores o manejará el contacto físico cómodamente. Conociendo su canal preferencial de comunicación harás llegar tu mensaje de la mejor manera.
- Crea un elevator pitch personal, será un pequeño extracto de la idea que quieres vender de ti.
- Utiliza un tono de voz entusiasta pero no demasiado efusivo. Eso te hará ver deseoso de conquistar la entrevista, pero no mostrará tus nervios.
- Mira siempre a tu interlocutor. A través de la mirada sabrán si estas mintiendo, si estas recordando, si estas evadiendo o estás afirmando, Las miradas huidizas o cohibidas distraen a nuestro oyente y descubrirán posibles nervios que no quieres dejar aflorar. Esto es sumamente importante porque los entrevistadores captan muchas cosas a través de tu mirada, y ese es tu objetivo.
- Utiliza ademanes para enfatizar lo que dices: de esta manera podrás darle un punto extra a tu discurso que enriquecerá su contenido. OJO, no deben ser muy frecuentes o muy exagerados.